THE OBAMA´S AGE.
Los observadores de la política norteamericana coinciden en resaltar la sorpresa que para el pueblo norteamericano constituye Barack Obama, precandidato presidencial por el Partido Demócrata.
Obama es una verdadera revelación en la política norteamericna, no está vinculado a los grandes grupos de poder que gobiernan al país de Washington. Según lo que se informa, es un mestizo, su madre fue una mujer blanca norteamericana y su padre un hombre negro nacido en Kenia y a pesar de ser migrante llegó a ser PhD. La misma ruta siguió Barack estudiando leyes en Harvard, pero en lugar de dedicarse a ganar dinero, como la gran mayoría de los egresados de esa universidad, se dice que privilegió el trabajo entre la gente pobre.
Barack Obama, manifiestan los cronistas, tiene 46 años. ES decir pertenece a la generación ochentera, de ahí que juzgo se distancia de todo fundamentalismo radical, como informan los observadores políticos. En el horóscopo chino pertenece al signo del Búfalo, cuya característica es la de tener una “mente muy analítica, es claro en sus principios. Cuando se propone alcanzar alguna meta no hay obstáculos para lograrlo”.
Habrá quienes pregunten en qué medida nos puede interesar a nosotros este fenómeno, si sabemos que finalmente gane quien gane, los Estados Unidos tienen mecanismos por los cuales los cambios son muy lentos aún cuando se den. A pesar de ello, lo que me interesa resaltar es el mensaje central de Obama, invocando el retorno al idealismo y a los viejos valores que sustentaron la aparición de los Estados Unidos y sus repercusiones en el electorado. En momentos en que el imperialismo y la plutocracia campean en el gobierno del mediocre Bush, la audacia del cuarentón Obama de retar al gran poder económico, demócrata y republicano, es digna de ser atendida.
En medio de una crisis profunda de la sociedad norteamericana, y que puede llevarla a su descomposición total, además de la evidente pérdida de su condición de país líder en el Mundo contemporáneo, Obama aparece relanzando el american dream, el “sueño americano”. Resulta paradójico que al frente tenga a la esposa de Bill Clinton , en cuyo gobierno la economía estadounidense tuvo un reflote espectacular. Pero su pueblo ya está cansado de lo mismo, por eso ante el llamado de un hombre que no tiene fortuna monetaria que exhibir, sino sólo un mensaje espiritual por el cambio, los electores salen de su marasmo y respaldan con el voto a su propuesta.
¿Cómo les saberá en nuestro país este significativo hecho a aquellos campeones del continuismo pragmático, que califican de “soñadores” (y uso la palabra más decente por respeto a mis lectores) a todos aquellos que se atreven a pensar y actuar como nos enseñaron los fundadores? Obama está haciendo lo mismo en Estados Unidos, y a pesar del poder económico de sus adversarios está conmocionando las propias bases de la política estadounidense.
Quién sabe si logre Obama gobernar a los Estados Unidos en un futuro inmediato, pero más allá de ello ha iniciado una corriente renovadora, una nueva era, de la política en su país, que demuestra cuán ansiosos de ideales y aspiraciones ejemplares están los pueblos de hoy en día.
Lima, 14 de enero del 2008.
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